Intenta buscando de nuevo.
Personas con distintos grados de parálisis motora debido a trastornos o enfermedades neurológicas tienen opciones de recuperar movilidad y mejorar su calidad de vida con una rehabilitación que incluya entrenamiento y tecnología, y para ello es fundamental la continuidad del tratamiento.
El 19 de noviembre se conmemora el Día Mundial en recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tránsito, instaurado con el objetivo de concientizar a la ciudadanía sobre la seguridad vial y la importancia de mantener conductas responsables en la conducción, para evitar siniestros que pueden ser fatales o dejar secuelas graves.
Causada en su mayoría por accidentes automovilísticos, caídas, agresiones o lesiones deportivas, una lesión medular (LM) implica daños en cualquier parte de la médula espinal o en los nervios del extremo del canal espinal, lo que genera secuelas como pérdida de sensibilidad, de fuerza muscular y de funciones intestinales, hepáticas y sexuales.
Las enfermedades neurodegenerativas afectan varias actividades propias del cuerpo, como el equilibrio, el movimiento, el habla, la respiración e incluso funciones del corazón.
Un accidente cerebrovascular (ACV) se produce cuando hay un daño en el tejido cerebral a causa de un problema en las arterias que lo irrigan. Esto puede ocurrir porque se ocluyó una arteria y se produjo un infarto (ACV isquémico), o porque se rompió una arteria que derivó a una hemorragia o derrame (ACV hemorrágico).
Recuperar la movilidad perdida o funciones básicas del organismo es el anhelo de quienes han sufrido algún tipo de parálisis motora, y para ello es necesario un proceso de rehabilitación que requiere de constancia y del apoyo de profesionales capacitados.
Un dolor de cabeza repentino e intenso es el síntoma clave para notar la ruptura de un aneurisma cerebral, lo que puede derivar en un accidente cerebrovascular (ACV) y poner en riesgo la vida de la persona.