¿Cómo puede influir este tratamiento en un paciente que ha sufrido un accidente cerebrovascular? En el siguiente blog te contamos algunas de las razones para utilizar este tratamiento.
¿Cómo puede influir este tratamiento en un paciente que ha sufrido un accidente cerebrovascular? En el siguiente blog te contamos algunas de las razones para utilizar este tratamiento.
Como vimos anteriormente las consecuencias de un accidente cerebrovascular pueden ser graves y afectar la calidad de vida de una persona. Sin embargo, con la rehabilitación adecuada y constancia, se puede obtener una importante recuperación.
Hay distintos tratamientos que pueden servir a una persona que ha sufrido un ACV. Todo dependerá de las secuelas que este haya dejado.
Por lo general, en estos casos hay pérdida del movimiento funcional; la debilidad motora suele afectar al control de brazos o piernas, por lo que interfiere en actividades tan simples como caminar, subir o bajar escaleras, ducharse o alimentarse. El objetivo es que la persona recupere los movimientos mermados y su capacidad funcional, para mejorar el desarrollo de aquellas actividades que son parte de la vida diaria del paciente.
De hecho, como ya vimos en un blog anterior, las guías de práctica clínica relacionadas con los ACV, promueven el uso de FES para complementar la terapia ocupacional convencional. Este puede mejorar los resultados de la rehabilitación y disminuir el tiempo de recuperación. Sobre todo si se trata de extremidades superiores o la marcha.
Según un estudio realizado en Corea del Sur y publicado en el NIH, hay mejoras significativas en la recuperación motora de las extremidades superiores, gracias a los efectos de la terapia de espejo en combinación con FES y biofeedback. Por ejemplo en la extensión de la muñeca. Así lo acredita la prueba muscular manual y el rango de movimiento. Asimismo se vio un avance en actividades como la prueba de caja y cubos (BBT), en la prueba Jebsen & Taylor Hand Function Test (JHFT) y en el Stroke Specific Quality Of Life scale (SS-QOL).
Por lo tanto, esta conjugación funciona para la rehabilitación motora de las extremidades superiores después del ACV.
En este sentido, la terapia FES que incluye entrenamiento de la extremidad superior ha probado ser una intervención eficaz.
Un estudio efectuado en Estados Unidos, tomó a 21 pacientes y los dividió en dos grupos. Uno aplicó solo terapia convencional y el otro, sumó tratamiento con FES. Los últimos demostraron mejores resultados en términos de manipulación de objetos, prensión palmar, tracción y tuvieron excelentes resultados en el índice de Barthel y la escala Fugl-Meyer de extremidad superior.
El tratamiento con electroestimulación funcional ha surgido como un excelente complemento de la terapia fonoaudiológica convencional para trastornos deglutorios, una secuela muy común entre quienes han sufrido un ACV.
Los análisis científicos han comprobado el buen resultado de este método en la rehabilitación de la disfagia. Por un lado, la terapia logra mayor respuesta y, por otro, reduce los tiempos de rehabilitación.
Un estudio aplicado a pacientes con disfagia moderada a grave y sin respuesta a la terapia convencional, recibieron una terapia complementaria de electroestimulación. El resultado fue que 20 de los 23 pacientes, tuvieron una notoria mejoría luego de 4 días, en el caso disfagia moderada, y entre 3 y 30, en aquellos con disfagia grave.
El drop foot (o "pie caído") es una dificultad de la marcha muy frecuente en personas que han sobrevivido a un Accidente Cerebro Vascular (ACV).
Debilidad muscular, problemas de equilibrio y coordinación, y dificultad para caminar son algunos de los síntomas de la esclerosis múltiple (EM), enfermedad del sistema nervioso central (conformado por el cerebro y la médula espinal) que puede provocar discapacidad.
La hemiparesia es la parálisis que afecta a las extremidades de un lado del cuerpo. Se presenta debido a lesiones neurológicas como los accidentes cerebro vasculares (ACV).