Distintos grados de parálisis motora, problemas de movilidad, dificultad para tragar o daños progresivos en el equilibrio, la coordinación, la vista y el habla son secuelas derivadas de alteraciones neurológicas, que pueden producirse por trastornos como accidentes cerebrovasculares o enfermedades como el mal de Parkinson o la esclerosis múltiple.
Un trastorno neurológico se produce cuando algo funciona mal en una parte del sistema nervioso, conformado por el cerebro, la médula espinal y los nervios que, en conjunto, controlan todas las funciones del cuerpo.
Entre los síntomas están todos los tipos de dolor, como el de cabeza y el de espalda. Además, provoca debilidad o pérdida de la coordinación muscular y alteraciones de la sensibilidad cutánea, que dependen de los nervios para funcionar normalmente.
Existen más de 600 enfermedades neurológicas, entre las que se incluyen trastornos derivados de un accidente cerebrovascular, lesiones en la médula espinal o el cerebro.
Un accidente cerebrovascular (ACV) es una emergencia médica que ocurre cuando se interrumpe el suministro de sangre hacia el cerebro debido a un bloqueo del flujo (ACV isquémico), o cuando existe una hemorragia en el interior de éste a causa de la rotura de un vaso sanguíneo (ACV hemorrágico).
Se trata de una urgencia tiempo-dependiente, lo que implica que mientras antes se reciba atención médica, mayores son las posibilidades de sobrevivir o quedar sin secuelas.
Un accidente cerebrovascular puede causar discapacidades temporales o permanentes, según cuánto tiempo el cerebro carece de flujo sanguíneo y qué parte fue afectada.
Entre las principales secuelas de un ACV se encuentran:
Las enfermedades neurodegenerativas afectan varias actividades propias del cuerpo, como el equilibrio, el movimiento, el habla, la respiración e incluso funciones del corazón.
Muchas de estas afecciones son genéticas. En otros casos, las causas pueden ser un tumor o un ataque cerebrovascular (ACV). También pueden darse por motivos desconocidos.
Entre estas patologías se encuentra la enfermedad de Parkinson, trastorno progresivo que afecta el sistema nervioso y las partes del cuerpo controladas por los nervios.
Los síntomas aparecen lentamente y se agravan a medida que la afección evoluciona. El primero puede ser un temblor apenas perceptible en una sola mano y también puede presentarse rigidez o una disminución del movimiento.
La enfermedad de Parkinson ocurre cuando las neuronas no producen suficiente cantidad de una sustancia química importante en el cerebro, conocida como dopamina. Algunos casos son genéticos pero la mayoría no parece darse entre miembros de una misma familia.
Además de los temblores cuando los músculos están en reposo, la enfermedad de Parkinson puede provocar rigidez, lentitud en los movimientos voluntarios y dificultades para mantener el equilibrio. En muchas personas se produce un deterioro cognitivo o se desarrolla una demencia.
La esclerosis múltiple es una enfermedad del cerebro y la médula espinal que puede provocar discapacidad, debido al deterioro o daño permanente de las fibras nerviosas.
Esta enfermedad afecta más a las mujeres que a los hombres. Se diagnostica con mayor frecuencia entre los 20 y 40 años, pero se puede observar a cualquier edad.
En la esclerosis múltiple se dañan o destruyen zonas de mielina (sustancia que recubre la mayoría de las fibras nerviosas) y las fibras nerviosas subyacentes en el cerebro, los nervios ópticos y la médula espinal.
Se desconoce la causa, pero puede implicar un ataque del sistema inmunitario contra los tejidos del propio organismo. En la mayoría de los casos, las personas alternan períodos de buena salud relativa con episodios de empeoramiento de los síntomas, que pueden incluir la pérdida de la capacidad de caminar sin ayuda o por completo.
La neurorehabilitación es un proceso médico que busca ayudar a la recuperación de una lesión del sistema nervioso y minimizar o compensar las alteraciones funcionales que producen trastornos neurológicos como un ACV o enfermedades neurodegenerativas como las que vimos anteriormente.
Aunque históricamente se pensó que los pacientes afectados por un accidente cerebrovascular o una lesión cerebral traumática tenían un mal pronóstico de recuperación, esa idea ha ido cambiando y así lo plantean variadas investigaciones.
Disciplinas como la neurorehabilitación, la neurobiología y la neuroingeniería han logrado grandes avances y, aun cuando el camino hacia una recuperación neurológica completa sigue siendo remoto y complejo, los pacientes están comenzando a mostrar una recuperación más allá de lo que antes se creía posible.
La neurorehabilitación está enfocada a la recuperación de lesiones neurológicas, y se basa en la neuroplasticidad cerebral, que es la capacidad que tienen las neuronas para adaptarse y reaprender funciones de otras neuronas, dañadas debido a una lesión.
TrainFES cuenta con una amplia experiencia en neurorehabilitación, con una mirada multidisciplinaria que incluye a médicos fisiatras, kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos y otros profesionales que ayudan a los pacientes en sus terapias.
Un ejemplo de estas terapias de neurorehabilitación basadas en la neuroplasticidad es la electroestimulación funcional, utilizada como complemento en el entrenamiento para patologías neurológicas.
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Las secuelas derivadas de trastornos neurológicos o enfermedades neurodegenerativas, que van desde dificultades para mover una extremidad hasta parálisis e imposibilidad para desplazarse o realizar actividades cotidianas, pueden tratarse con una adecuada metodología de neurorehabilitación.
Un accidente cerebrovascular (ACV) ocurre cuando una arteria que suministra sangre al cerebro se obstruye o se rompe, lo que puede causar discapacidades temporales o permanentes, según cuánto tiempo se vio interrumpido el flujo sanguíneo, ya que puede matar neuronas si no se trata a tiempo.
Las secuelas que los trastornos neurológicos causan a las personas suelen ser graves, con efectos en la calidad de vida del paciente y de quienes lo rodean. Pero cuando esta afección se da en adultos mayores, las consecuencias pueden profundizarse y derivar en una discapacidad.